De Bélgica a Suecia: o de cómo una familia se mudó de país, en busca de una vida en mayor contacto con la naturaleza y con menos estrés

Kelly y Bram, de nacionalidad belga, se enamoraron de Suecia durante unas vacaciones que pasaron allí en 2018 con sus hijos, Amber y Arno. Volvieron muchas veces, y a principios de 2020, cuando ya estaban dispuestos a darle al traslado carácter permanente, atraídos por lo que describen como «una vida más cercana a la naturaleza, una vida con menos estrés, menos presión para los niños y más tiempo en el exterior».

Bram y Kelly, que ahora tienen 38 años, se conocieron a los 18. Se casaron y tuvieron hijos. Bram trabajó como desarrollador de software en Lovaina y Kelly como enfermera a domicilio.

Emigración pandémica

Su primer paso fue visitar la feria de la emigración «Emigratiebeurs» en Houten, Países Bajos, en marzo de 2020. Allí se reunieron con el consejero EURES Ingrid Hermansson, de los servicios públicos de empleo de Suecia.

Días después, Kelly y Bram enviaron un correo electrónico a Ingrid con su plan inicial de mudarse en el verano de 2020. No querían vivir en una ciudad, así que Ingrid les sugirió Östergötland, un condado del sur de Suecia. "Parecía cumplir todo lo apetecido", dicen. "Naturaleza, oportunidades universitarias para los niños, oportunidades laborales, distancia asequible en coche hasta Bélgica". En abril de 2020 interrumpieron el proceso para reconsiderar su decisión, pero en agosto de ese año decidieron seguir adelante, con el apoyo de Ingrid y del Programa Específico de Movilidad EURES.

Antes de abandonar Bélgica, la pareja empezó a tomar clases de sueco, vendió su casa, empaquetó todo y vacunó a sus dos perros. El día de la mudanza, en abril de 2021, fue un momento especialmente difícil. La familia necesitaba pruebas de una prueba negativa de la COVID-19 para cruzar la frontera con Suecia, pero los resultados aún no habían llegado. "Puedes imaginarte el estrés de recorrer en coche toda Alemania sin tener ningún lugar al que volver y sin tener documentos todavía", dicen Kelly y Bram. «Pero, por suerte, a una hora de llegar al transbordador, nos llegaron.»

Encontrar trabajo

Bram encontró trabajo como informático en línea antes de abandonar Bélgica, con un empleador para el que todavía hoy sigue trabajando. Pero Kelly necesitaba traducciones oficiales de su título y documentos belgas, y una prueba de conocimientos de sueco para poder trabajar como enfermera.

Ingrid ayudó poniéndose en contacto con un proveedor sanitario local, mientras que Kelly inició prácticas de idiomas y pasó a cubrir las ausencias del personal. Tres años más tarde, ha superado sus exámenes de idiomas y está a la espera de la decisión, lo que significa que podrá reanudar su trabajo como enfermera.

Mudarse con niños

Cuando la familia se mudó, Amber tenía ocho años y Arno seis. "Les entristecía dejar atrás a sus amigos, por supuesto, pero esperaban con impaciencia su nueva vida en Suecia", afirman Bram y Kelly. «Nos mudamos antes de que terminara el curso escolar y empezaran las vacaciones de verano, por lo que tuvieron la oportunidad de conocer a algunos amigos antes de la pausa estival. Aquí están sometidos a menos presión y tienen más oportunidades de volver a ser niños». Ahora, con 11 y 9 años, ambos han hecho amigos en su nueva localidad y juegan en un equipo de fútbol local.

El futuro de EURES

Ingrid afirma que fue la primera familia con la que trabajó tras ocho años en los servicios públicos de empleo de Suecia. Ahora, dice, Kelly, Bram y sus hijos están «viviendo el sueño que me describieron en la Feria de la Emigración de Houten hace cuatro años».

Y añade: «Ser capaz de informar y guiar a las personas cuando aparecen retos y obstáculos pequeños y grandes durante el proceso y ayudar a las personas a ayudarse a sí mismas es a la vez inspirador y emocionante. Todo el mundo tiene su propio viaje: puedo contribuir y nunca tengo un momento de aburrimiento. Se trata de un proceso con múltiples ganadores: los que se trasladan aquí, los empleadores, el mercado laboral sueco y yo».

A la pregunta de cómo aconsejarían a otros, Bram y Kelly afirman: «Empezar a aprender el idioma por adelantado es realmente útil. También puedes conseguir mucha documentación oficial en inglés, pero todo resultará mucho más fácil si de partida tienes conocimientos básicos de sueco.

 

Si está pensando en trasladarse a un nuevo país para trabajar, póngase en contacto con el servicio de asistencia de EURES para obtener asesoramiento y apoyo.

 

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